Por: Bárbara Sharp Tejeda, María Francisca Pérez, Isolina Guaiquil, Paula Martínez, Paula Viano y Elizabeth Murga. Comisión de Género Colegio de Periodistas. Región de Magallanes y de la Antártica Chilena.
Encender la TV,
la radio o abrir un diario, siempre nos ofrece la misma sorpresa: la mayoría de
los entrevistadores, panelistas, entrevistados o columnistas, siguen siendo
hombres.
Erradicar el
sexismo de los medios de comunicación es una urgencia para los tiempos que
corren. Según datos del Proyecto de Monitoreo Global de Medios 2015 y de
Naciones Unidas, las mujeres aparecen en los medios en un 24% mientras que los
hombres en un 76%. Solo el 6% de las noticias se refiere a temas de igualdad
entre hombres y mujeres. Las mujeres son noticia cuando: muestras experiencias
personales (38%) y de opinión popular (37%). En suma, las mujeres son
invisibles como participantes activas del trabajo fuera del hogar y no aparecen
como fuentes de información “expertas” como los hombres.
¿Por qué es
importante que Chile avance hacia un modelo de medios sin sexismo? Porque, como
señala el Observatorio de Medios y Equidad en su Guía para Medios no Sexistas “desempeñan un papel fundamental en la conformación de
representaciones sociales, políticas y culturales, ya que transmiten valores y
estereotipos que influyen en actitudes y comportamientos que acaban asentándose
poderosamente en el imaginario de las personas”. Funcionan
como dispositivos de socialización del género, enseñando lo que es ser mujer y
hombre en esta sociedad (hétero-patriarcal) a través de discursos e imágenes
que representan roles históricos en la sociedad, reafirmando estereotipos de
género (Ej.: hombres exitosos y mujeres buenas madres), y mostrando la realidad
desde un marco “tramposo” de supuesta neutralidad u objetividad.
Sólo si las
mujeres acceden a espacios de liderazgo en los medios, es posible que exista la
voluntad para incorporar la perspectiva de género, y comiencen a abrirse
espacios de visibilidad. Por ello, el surgimiento de medios de comunicación que
ofrezcan espacios desde un enfoque de género anclado en el territorio, es un
avance, y aquí vemos el interés de Revista
Fem por hacer un aporte en esta materia. Contar con un medio que tenga como
eje visibilizar mujeres, se convierte en un hito destacable; sobre todo si da paso
a desmontar el mito sobre la existencia de una experiencia única de ser
“mujer”, para hablar en plural de “mujeres”, saltando una valla hacia el
reconocimiento de todes.
Esto nos invita a
ampliar la mirada de otras identidades que intersectan y que también caen en la
invisibilidad, como, por ejemplo, lesbianas, bisexuales, trans, indígenas,
negras, migrantes, trabajadoras sexuales, mujeres con diversidad funcional,
neuro-diversas, mujeres mayores. Las identidades son tan variadas que exceden
estos ejemplos. Múltiples realidades que se entrecruzan con más formas de
discriminación, que aún están presentes en la sociedad y que siguen generando
violencias y opresiones por erradicar, con la educación como principal fuerza
transformadora.
Campañas como #MediosNoSexistas,
levantadas por la Comisión de Género del Colegio de Periodistas, y la actual
cruzada por el Derecho a la Comunicación en el Proceso Constituyente, nos
invitan a reflexionar sobre un periodismo ético, que releve el rol de los
medios de comunicación alejado de lógicas mercantiles. Que se comprometa con
una ética que contemple un enfoque de género y derechos humanos, interseccional
y feminista, que respeten los derechos de las mujeres y disidencias sexuales y
que no sea reproductor de violencias simbólicas.
Integrantes Comisión de Género, Consejo Regional Magallanes |