Por: Marcel Gaete Parraguez.
Consejero Nacional Colegio de
Periodistas de Chile.
Durante los últimos
meses tenemos a un país como Chile que se ha debido acostumbrar o adaptar a los
cambios del plan Paso a Paso que lleva adelante el Gobierno a propósito de la
pandemia del Covid 19. Este es un tema que se ha justificado desde lo sanitario
y son muchos los que sí efectivamente intentan respetar y cumplir con lo que se
pide.
Pero a lo
anterior, trae aparejado una serie de restricciones a la movilidad y
limitaciones a la libertad para desarrollar coberturas a los periodistas,
comunicadores, y reporteros gráficos o audiovisualistas para que puedan
desarrollar una misión primordial para un país, que se dice creer en la democracia
y libertad de expresión. Tópicos que se han ratificado por organismos
internacionales en diversos acuerdos y tratados de los cuales nuestro país es
parte.
Según
las cifras aportadas por el Observatorio por el Derecho a la Comunicación (ODC),
en el primer trimestre de 2021, se ven antecedentes alarmantes. Entre enero y marzo de 2021 se contabilizaron
60 casos: 22 detenciones y 38 agresiones. Las cifras del primer trimestre
muestran una preocupante tendencia en el aumento de los ataques a la prensa por
parte de fuerzas de orden público respecto del año anterior. En tan solo tres
meses se han superado el 50% de la cifra de registro de todo el año anterior, lo
que refleja una tendencia negativa hacia los profesionales de la prensa que
tienen la importante misión de dar a conocer lo que pasa en un territorio.
Sin
ir más lejos hace algunos días, se restringió en el Plan Paso a Paso las
disposiciones para periodistas, exigiéndoles desde ahora (de acuerdo al instructivo)
tener una credencial del Colegio de Periodistas y portar el certificado de título
que acredite la profesión, lo que deja excluidos a muchos que no lo poseen, si consideramos
que estamos ad portas de un proceso eleccionario en mayo próximo y también en
noviembre, donde se debe informar y no dejar dudas de que será un proceso
transparente que de garantías a todos.
Se
pueden visualizar en el último periodo hechos como los que afectaron al equipo
de prensa de Televisión Nacional de Chile en la provincia de Arauco; además de
las amenazas que tuvo una colega de diario La Tercera en febrero pasado; el
amedrentamiento en la región de Coquimbo a un tesista por investigar los
desastres ambientales provocados por la gran minería; el ataque informático al
medio electrónico Interferencia, por sus reportajes de la serie “Narcos Chile”;
solo por mencionar a los más conocidos.
En lo que tiene
que ver con restricciones a la prensa, están el instructivo del Minsal a los
directores de hospitales para que no entreguen declaraciones a la prensa, hecho
muy delicado, si consideramos la situación sanitaria en la que se encuentra el país.
En una crisis, resulta fundamental tener acceso a la información de manera
transparente, para dejar a un lado los rumores o fake news.
Otro tema que no
pasó inadvertido y es del todo cuestionable, el llamado que hubo desde el
segundo piso de La Moneda hacia el editor del canal La Red, haciéndoles ver su
molestia por algunas entrevistas y temas tratados, lo que es a todas luces, una
clara intervención en la línea editorial.
A lo antes mencionado,
como si fuera poco, se suma lo vivido por el periodista Mauricio Weibel, quien
fue víctima de espionaje por agentes del Estado, que ha salido a la luz estas
semanas- pero vinculándolo con otros casos de índole similar ocurridos durante
al menos los últimos diez años en el país.
Y si vamos un poco más atrás en el
tiempo, el año 2017 estuvo lo que ocurrió con objeto de la Operación Huracán,
donde se vieron intervenidos Radio Bio Bio, El Ciudadano, The Clinic; Mapuexpress.org;
y Werken.cl; hecho que fue conocido por la ciudadanía, y que tenían relación con
la compra de 29 jeeps blindados a la empresa Gildemeister o temas relativos al
hostigamiento a comunidades mapuches. La Unidad de Inteligencia Operativa
Especializada (UIOE), con sede en Temuco, recogió información sobre
publicaciones realizadas por estos periodistas, incluyendo la ubicación de
dónde desarrollaban sus actividades y datos como su teléfono y correo
electrónico de uso personal. En el caso del editor del portal informativo
Werken.cl, se incluyeron la clave de acceso a su correo electrónico, así como
pantallazos de supuestas conversaciones realizadas a través de la aplicación WhatsApp que habría mantenido con líderes mapuche.
Es así como podemos constatar la existencia
de hechos que se vienen dando desde hace un periodo prolongado y que se han
visto incrementadas desde el estallido social a la fecha y es justamente un rol
activo de la ciudadanía la que debe denunciar y evitar que esto siga
ocurriendo.
Ahora bien, es importante que los candidatos
Constitucionales lo tengan claro, pues es trascendental el respeto irrestricto
por los Derechos Humanos y que el rol informativo se cumpla bajo cualquier Gobierno.
Esa es una de las formas de profundizar la democracia y seguir liderando
ciertos rankings que a veces aparecen en los medios nacionales; porque cuidar al
periodismo es proteger a las comunidades que pueden volver a confiar en algún
momento en sus instituciones, porque ahora ese camino se ve complejo si es que
no se dan las señales correctas y se termina con la impunidad que vemos en el
último tiempo.
Sería bien güeno que junto con estudiar periodismo, estudiara algo de español y de redacción. En todo caso, queda claro que está muy enojado, y en general, no es bueno emitir opiniones escritas en ese estado.
ResponderBorrarGreat informative post. Interesting to read. Keep sharing more good blogs. DUI Lawyer in Fairfax
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