Por Alejandra Riveros M, Directora (i) Carrera
de Publicidad
Escuela de Gobierno y Comunicaciones, Universidad
Central de Chile.
En medio
de un Chile convulsionado, hemos
despedido con mucho dolor a un gran maestro de las comunicaciones: Antonio
Márquez Allison. Periodista titulado de la Universidad de Chile, se
dedicó desde su etapa de juventud al área de la publicidad, donde integró
equipos de grandes agencias nacionales e internacionales. Fue un director
general creativo de renombre con inolvidables campañas de distintas marcas que
le permitieron viajar por diversos países, creando y aportando con nuevas
ideas. También fue bombero, ilustrador e historiador. En el plano académico,
una trayectoria intachable de 52 años impartiendo clases en aulas
universitarias. Fue fundador de las escuelas de publicidad de la Universidad
Diego Portales y de la Universidad Central de Chile, donde también fue director
de los inicios de la escuela de periodismo. Es en esta última casa de estudios,
donde estuvo por doce años, formando a cientos de periodistas y publicistas, hasta que el pasado lunes11 de noviembre su
corazón dejó de latir y sus ojos se cerraron para siempre.
Antonio
Márquez amó plenamente la vida. Hombre multifacético y alegre, siempre estaba
pensando en implementar nuevos proyectos y su entusiasmo trascendía en todos
los espacios donde él estaba. Masivamente, muchos le conocieron como el
"hombre del tiempo", ya que hace unas décadas nos indicaba día a día
a través de la televisión, cómo se comportaría el sol o bien, si nos inundaría
la lluvia. Pero si hay un concepto que lo define en toda su magnitud es el de
un maestro, porque eso fue en esencia. Siempre tuvo una sonrisa en su rostro,
dispuesto a ayudar y a entregar su conocimiento a los miles de estudiantes que
formó. Historiador empedernido, entusiasmó a los jóvenes con sus relatos y les
motivó siempre a ser críticos y a saber más allá de lo que simplemente se puede
ver.
El
querido profesor Márquez amaba lo simple de la vida y disfrutaba de lo sencillo
en sí mismo que era vivir. Fue un hombre con vocación, generoso y bondadoso. Un
ejemplo digno de imitar, ya que nos invita a ser transparentes, honestos, más
humanos, a vivir el día intensamente, a siempre luchar por la verdad, por
nuestros ideales y convicciones.
El
profesor Márquez siempre fue un defensor de la paz, de los Derechos Humanos, de
la justicia y de la verdad. Por ello, el ejemplo de Antonio Márquez Allison, nos inspira a seguir
creyendo en el camino de la formación y la educación, con valores profundos, a
marcar huellas y a trascender. Somos muchos y muchas que agradecemos su legado
y por haber compartido de manera directa sus sabios consejos y enseñanzas. Su
obra perdurará y seguirá inspirando a otras generaciones. Si bien no nos
conformamos con su partida, hemos tenido que despedirlo con la convicción que
siempre nos inspirará en nuestra misión de enseñar a otras generaciones de
comunicadores y comunicadoras.