Señor director:
Su editorial del 16 de noviembre donde alude a la legitimidad de representación de voces en TVN, cuestionando la participación de la presidenta de la CUT Bárbara Figueroa por sus dichos en el hemiciclo mientras era detenida con inusitada violencia por carabineros, nos motiva a entregar nuestra visión sobre el pluralismo comunicacional.
Lo primero es reconocer la importancia del debate sobre la calidad del sistema de medial y particularmente los del estamento público, destacando que la propia prensa se adentre en este tipo de reflexión.
Concordamos que los medios de comunicación en general y estatales y/o públicos en particular tienen un rol que cumplir. El derecho a la comunicación por el que abogamos así lo establece, ya que las libertades de expresión y prensa deben complementarse con el derecho al acceso a la información de la ciudadanía.
Por ello hemos participado en el debate legislativo sobre la nueva institucionalidad de TVN. Porque creemos que debe asegurarse la pluralidad de voces, la que sentimos no está garantizada hoy. Porque en el canal estatal no siempre está representada la rica diversidad de nuestro país.
En ese marco, estimamos que lo planteado por su editorial no solo va en contra de dichos principios sino que apunta a restringirlos al impulsar la censura a un legítimo actor del mundo sindical nacional. Este insólito acto de discriminación por parte de un medio de comunicación nos parece grave, ya es dable pensar que tal planteamiento pudiera afectar la forma en que La Tercera define su pauta informativa.
En los medios se necesitan más y no menos voces, donde los trabajadores y legítimos representantes del mundo social, deben estar también incluidos.
Publicada parcialmente en: http://www.latercera.com/noticia/contradictoria-senal-tvn-2/
