El embajador de Wikileaks habló
en exclusiva en Chile sobre vigilancia.
“Peleó por nuestros derechos y
es por eso que nosotros debemos luchar por él. Liberen a Julian Assange”, pidió
Joseph Farrell en su exposición durante el Seminario Internacional del Colegio
de Periodistas, que finalizó el miércoles en el Centro Cultural Gabriela
Mistral luego de tres exitosas jornadas.
El panel denominado “Caso
Wikileaks y filtraciones: ¿Institucionalidad mundial en crisis?” tuvo una alta
convocatoria y contó con las exposiciones de Mauricio Weibel, periodista y
presidente de la Unión Sudamericana de los Corresponsales y Pascale Bonnefoy, académica de la Universidad de Chile y corresponsal en Chile del diario The New York Times.
Farrell, quien es miembro de la
entidad hace seis años, dedicó su discurso principalmente a la delicada
situación del director de la organización, Julian Assange, quien en la
actualidad está asilado en la embajada de Ecuador en Londres: “Chile se ha
opuesto a las injusticias y ha apoyado a Julian. Él es un defensor de la
libertad, un opositor de las guerras y un defensor de los derechos de los
oprimidos”.
Assange está actualmente en el
ojo de la justicia del Reino Unido y Suecia, ya que si saliera de la embajada,
eventualmente sería extraditado a Suecia y posteriormente a Estados Unidos,
situación que sus seguidores quieren evitar a toda costa por el riesgo que
significa. “Sin importar donde esté, si sale de la embajada y
disfruta de su derecho de asilo en Ecuador siempre el mundo va a ser un tablero
de ajedrez donde van a estar investigando lo que publica”, explicó Farrell.
Él mismo tampoco se siente a salvo: “Personalmente sé que me vigilan a mí, es obvio”, explicó al relatar cómo
han sido intervenidos sus correos. “Él siempre va
a estar enfrentando peligros pero eso también se debe a que es un editor
militante, no va a dejar de publicar porque cree que hay algún tipo de riesgo”,
enfatizó. Farrell continuó
comentando que la información de Wikileaks empodera para exigir que ciertas
situaciones no continúen.
Por su parte, Pascale Bonnefoy planteó
la siguiente interrogante en el caso chileno: “¿Dónde está el problema?, ¿en revelar los documentos o en lo que dicen
los documentos?. Muchos periodistas en Chile trabajan con filtraciones que
lleva a cabo la fiscalía o expedientes del antiguo sistema judicial y a veces
es la única manera de saber la verdad. Es poner en la balanza el interés
público y el resguardo de las instituciones”, explicó.
Para la académica, el argumento
de no provocar conflicto se utiliza mucho como excusa. “Lo que hizo Wikileaks fue un trabajo gigante,
de tener que procesar esta información para proteger gente y datos de las personas.
Eso es un trabajo muy difícil”, recalcó. Además se refirió al reciente caso de
la periodista Catalina Gaete, quien pidió a través de la Ley de Transparencia
las actas de Consejo de seguridad nacional en los años 90 y la información fue
negada, para finalmente ser otorgada de manera parcial. “Va a ser embarazoso
leer esas actas”, comentó la periodista.
Mauricio Weibel habló de su
trabajo con los archivos secretos de la dictadura militar y se refirió a las
nuevas generaciones: “Invito a todos los periodistas jóvenes a que se apasionen
por el periodismo de investigación, quedan muchas historias y yo sueño con una
red en América Latina”. Además, agregó que como sociedad “debiésemos pedirle al
Estado que jamás se negara información vinculada a DD.HH. y a temas de
corrupción”.
Ya en la ronda de preguntas y frente al
cuestionamiento de qué hacer ante la vigilancia masiva, Joseph Farrell fue
claro: “Todos
deberíamos usar cifrado, pero el problema con la encriptación es que requiere
mucho trabajo (…) ¿Cómo evadir la vigilancia? No hay que ser flojos, hay que
aprender a usar estas herramientas”.
También surgió en el debate los cables referentes al Acuerdo
Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). Respecto a esto, el periodista valoró la
divulgación de estos documentos secretos que afectan a la economía mundial. “El
TTP es algo que Chile ya firmó pero todavía no lo ratifica, de ser así van a
enfrentar la pérdida de las instituciones nacionales, va a haber un aumento de
la privatización y no será bueno para el individuo”, explicó.
La exposición de Farrell continuó el debate sobre
el caso Wikileaks y el ciberactivismo internacional, que comenzó el martes 12
con la videoconferencia de Julian Assange desde la embajada de Ecuador en
Londres.