En el Museo Violeta Parra, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó este viernes el Manual de Derechos Humanos para Comunicadores y Comunicadoras, publicación que reflexiona sobre el papel de los medios de comunicación en la actualidad y cómo éstos concilian su labor periodística con el respeto a las garantías fundamentales de las personas.
Destinado a periodistas, editores, académicos y estudiantes de carreras afines a la comunicación, el texto pone de relieve el rol del lenguaje en la construcción de una sociedad más tolerante y democrática. En esta línea, el instructivo entrega directrices que ayudan a hablar sobre segmentos de la población que históricamente han visto vulnerados sus derechos, como personas privadas de libertad, en situación de pobreza o discapacidad, mujeres, pueblos indígenas, migrantes, diversidades sexuales, infantes y adolescentes y adultos mayores.
¿Es posible un periodismo punzante pero que a la vez respete los Derechos Humanos?, preguntó la periodista Beatriz Sánchez, moderadora del conversatorio realizado en el lanzamiento. Este contó con la participación de la Presidenta del Colegio de Periodistas, Javiera Olivares; la Premio Nacional de periodismo 2009 y directora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, María Olivia Mönckeberg, y el director de América Solidaria Benito Baranda.
En su respuesta, Javiera Olivares manifestó que la asertividad, el ser punzante o “golpeador”, requiere como condición básica el respeto a los derechos de las personas. “La posibilidad de generar un cierto golpe periodístico a costa de discriminaciones a sectores de la población que puedan ser más vulnerables o excluidos del debate no es un ejercicio periodístico responsable ni de mayor calidad”, argumentó.
La dirigenta valoró la elaboración de este documento y también insistió en la urgencia de dar estos debates en el sistema de medios vigente que, según su punto de vista, “funciona como una plataforma entregada al mercado, donde existen concentraciones de propiedad y discurso, que muchas veces incitan a la discriminación y que operan de manera idéntica en los distintos medios”.
Para Olivares, el rol del periodista en la construcción de una ciudadanía que respete a todos y todas sus integrantes, es una responsabilidad social: “Tiene que ver con el deber de respetar y cuidar las facultades de las otras personas porque, finalmente, la libre expresión es tan relevante en la medida que, al estar garantizada, permite ejercer los demás derechos. Cuando la población está bien informada y no es discriminada, participa de manera plural y diversa”, finalizó.
Para descargar la versión digital del Manual de Derechos Humanos para Comunicadores y Comunicadoras haga click en este link