Santiago, 31 de agosto de 2015.
Señor
Lautaro Carmona Soto
Presidente Comisión de Trabajo
y Seguridad Social
Honorable Cámara de Diputados
Presente
Estimado Presidente:
Me dirijo a usted y por su intermedio, a los honorables miembros de la Comisión de Trabajo y Seguridad
Social de la Cámara de Diputados
con el objetivo
de rectificar la abusiva
cita que realizó el Secretario Ejecutivo de la Asociación Nacional de la Prensa,
Francisco Moreno Guzmán, respecto
del proyecto de ley de Estatuto
del Periodista, iniciativa legal que el Colegio de Periodistas impulsó bajo
la
presidencia del
suscrito.
Apoyado en sólo una frase de un proyecto de Ley de hace casi una
década que tenía varias
páginas e impulsaba más de 20 modificaciones legales en la época,
el señor Moreno
intenta establecer mañosamente que alguna vez el Colegio
de Periodistas fue partidario de la total desregulación que existe
en el ámbito de la jornada laboral
de los trabajadores de la
prensa.
Me parece justo, por su intermedio, recordar
a los parlamentarios que el proyecto
de Ley presentado por el Colegio de Periodistas el 2006, al cual la ANP se opuso con la misma brusquedad con que lo hace al proyecto
que se discute ahora, buscaba básicamente: a) Eliminar
de la legislación todas las expresiones equívocas que abren el acceso a los derechos del periodista a personas
que no lo son;
b) Robustecer la función pública de la prensa mediante
el acrecentamiento del derecho de acceso a la información y la independencia moral e intelectual del profesional periodista; c) Delimitación del universo de titulares
de los derechos
que la ley establece
para los periodistas, identificando elementos básicos de la función periodística que deben ser considerados en su regulación laboral; y
d) Creación
de la figura legal de obstrucción al trabajo periodístico y agresión
a profesionales de la prensa,
de modo de sancionar
a quienes dificulten el
trabajo periodístico.
La ANP, que manifestó
postura contraria a la totalidad
de aquel proyecto
de ley, sin pudor ni rigor intelectual alguno, hoy saca de contexto
una frase del proyecto al cual se opuso el 2006, para oponerse a un
nuevo proyecto de
regulación laboral el 2015.
La ANP se opuso cuando el año 2006 pedimos
que sólo se denominare y contratase como periodistas a los periodistas. Se opuso también
cuando pedimos que las fuentes de información pública tuviesen obligaciones priorizar la entrega de información a periodistas. La ANP tampoco estuvo de acuerdo
cuando pedimos sanciones para quien agrediera
un periodista u obstruyera su labor. Y por supuesto consideró escandaloso y anti libertario cuando pedimos
que los contratos de estudiantes en práctica se acotaran a los tres meses de estudios y que los medios contratasen seguro de accidentes para labores
propias del periodismo.
¿Cuándo proponíamos eso el 2006 quería
decir que el Colegio
de Periodistas creía justo que no tuviéramos horario de trabajo?
¿Qué estaba y está bien que los grandes,
medianos y pequeños
medios nos obligaran a extensas
jornadas, mucho más allá de lo razonable y lo regulado
por la ley?
¡Por supuesto
que no! Lo único que quiere decir es que entre 2006 y 2015 hemos avanzado
mucho, y que si en 2006 sólo podíamos soñar con un trato menos injusto, en 2015 tenemos un Colegio que puede plantear regulaciones mínimas que emparejen
la cancha entre los empresarios de las comunicación y sus trabajadores. Y que entre otras cosas puede evitar que los mejores periodistas vayan emigrando crecientemente de la actividad de los medios hacia sectores
de la economía con trabajos
con condiciones más humanas.
Permítame señor presidente un apunte final sobre una sola de las tantas falacias expuestas por el representante de la ANP. El señor Moreno,
en un extremo
de infantilismo intenta
señalar que un sistema de “turnos” en los medios de comunicación dejaría las crónicas y las editoriales a medio terminar, así sería el destino
de una actividad “tan impredecible” como el periodismo. Pues bien, como el señor Moreno
sabe, y probablemente todos lo sabemos, los turnos y las jornadas
en los medios de comunicación han existido siempre. Lo que pasa es que son extenuantes, en muchos casos fuera de toda racionalidad, y los trabajadores de la prensa deben ejercerlos sin derecho a la justa retribución, al debido descanso
y al pago de horas extra, precisamente porque las empresas contratan a los colegas bajo el subterfugio de dos incisos que integran el –a estas alturas- controvertido artículo 22.
Agradezco, por su intermedio, la oportunidad de expresar
a los honorables miembros de la Comisión
estas ideas, destinadas única y exclusivamente a evitar la mala fe y el intento de engaño a través de citas poco rigurosas
e “ideológicamente falsas”.
Atentamente,
Luis Conejeros
Saavedra Ex Presidente Nacional
Colegio de Periodistas de Chile