Quiero iniciar este mensaje presentando mis
respetos a la familia, destacando la labor de todos los comunicadores,
periodistas, reporteros gráficos, camarógrafos y personas que se desempeñan en
el mundo de la prensa.
Esta tarde quiero destacar la fortaleza de
Francisco Droguett, el “Panchito” para quienes siempre él tuvo una palabra y
deja huellas importantes para el desarrollo de generaciones más jóvenes.
El rol
social en el ejercicio del periodismo y las
comunicaciones tienen en estos momentos de catástrofe, o emergencia un sabor y
color especial. Reiteramos la urgencia en que ese periodismo actúe de acuerdo a
los cánones éticos de la profesión, con el respeto más intimo del derecho de
las personas, y sin manipulación alguna
dando la necesaria ayuda para los
damnificados, e información sobre heridos y desaparecidos; generando un
escenario para ir volviendo paulatinamente a la normalidad, y para el restablecimiento de la seguridad y la
democracia en los lugares de mayor complejidad.
Reiteramos
nuestro mensaje de apoyo a la familia de Leonidas Francisco Droguett Guerra,
quien nos deja un gran legado y esperamos que las entidades como Teleton y la
estación televisiva Mega, puedan apoyar a la familia afectada. Este es un hecho
que conmociona al mundo de las comunicaciones en Atacama.
Anoche, escuchamos a su hija, la “Polita” y ella
habló de una carta que guardó desde pequeña. Comentó que lo echaría de menos en
fechas importantes como el cumpleaños o celebraciones familiares, pero yo lo
único que te puedo decir, es que el cariño de padre a hija es especial, es
profundo, yo soy padre de dos niñas y sé lo que se siente, ellas son mis ojos y
motivo para vivir. Ahora sólo te debo decir que él siempre estará presente,
siempre estará vigilando y que podrás venir a acompañarlo cuando tú quieras,
acá siempre te escuchará y abrazará.
Por último, quiero hacer un llamado a los empleadores de periodistas y trabajadores de las
comunicaciones que están realizando coberturas especiales y corresponsalías en
los lugares afectados; esto para que ellos reciban todas las condiciones
necesarias que garanticen su seguridad personal y el funcionamiento
relativamente normal dentro de las condiciones de complejidad de su labor. En
Atacama, existe mucho personal que trabaja a honorarios y no siempre tienen un
contrato que permite dar “garantías”, a quienes prestan servicios. Es por eso,
que exigimos a los parlamentarios a que tengan este tema presente, y que la
anunciada modificación al artículo 22 del Código del Trabajo, que reconoce el
pago de horas extraordinarias a las personas que trabajan en medios de
comunicación, se cumpla y que no quede en buenas intenciones.
Un abrazo fraterno a la gente de los medios de
comunicación, en Atacama se producen espacios en donde se puede compartir con
los comunicadores y periodistas, y creo sinceramente que debemos aprender los
unos de los otros. Protegernos y estar pendientes de sus vidas, no sólo de las
noticias.
Espero que el legado que nos deja Francisco, nos
haga reflexionar y entender las diversas realidades que nos toca vivir y
reportear de otra manera.