¡Muy buenas tardes!
Hoy conmemoramos la puesta en circulación del primer
periódico nacional, La Aurora de Chile, a cargo de quien hoy consideramos como
el padre del Periodismo en nuestro país: Fray Camilo Henríquez.
Un hito que cobra especial sentido este 2015 entre quienes
valoramos ese espíritu emprendedor y de fuertes convicciones que buscaban
“desterrar la ignorancia y la ceguera con la cual se había vivido…” según lo
describió Fray Melchor Martínez, un atento observador de lo que se vivió en
Chile a partir del 13 de febrero de 1812.
La Aurora de Chile se transformó en el detonador de
profundos cambios en nuestro país. La Aurora de Chile fue portadora de una
ideología que se debe a los ciudadanos de este país y a través de ella se dio a
conocer innumerables injusticias cometidas contra nuestros ancestros. Ella se
estableció como un sólido e insustituible actor en esta sociedad.
Hoy, 203 años después, somos los encargados de mantener este
legado. Afortunadamente, no son muy distintas las razones por las cuales aún
siguen naciendo medios de comunicación y por la cual aún existen sobrevivientes
que perseveran en el ejercicio de la prensa y del periodismo. La comunicación
inyecta vida a la sociedad. Sin importar el frente y hoy, después de 203 años,
valorando la diversidad de miradas: el ejercicio de esta profesión bajo los
lineamientos éticos que rigen a los profesionales y con las libertades que le
corresponden: libertad de prensa, libertad de expresión y libre acceso a la
información: son vitales para la conformación de una sociedad que se
desenvuelve en una verdadera democracia.
Si bien hemos avanzado y las necesidades de nuestro querido
país son ahora más complejas y por lo tanto, nuestras funciones o campos de
desarrollo han ido creciendo, en esencia es preciso mantener viva la vocación
investigar e informar de la manera más completa y veraz posible.
Nos debemos a nuestros lectores, auditores y televidentes.
Somos los ojos y oídos de quienes son confundidos con mentiras, y la voz de
quienes sufren injusticias. Ésa fue la motivación que instó a nuestro Padre,
Fray Camilo Henríquez a consagrarse en el Periodismo.
Cito a Giacomo Marazzo, Presidente del Consejo Metropolitano
del Colegio de Periodistas que le describió:
“Fray Camilo mantuvo distancia con aquellos que se oponían a
otorgar educación al pueblo y negarla a las mujeres. Redactó en 1811, el
decreto que declaró la libertad de vientre y eliminó la esclavitud en Chile.
Logró la abolición de la pena de azotes en la justicia ordinaria y la de palos
en los recintos militares.
Fue el fundador de la primera revista del país, el primero
en reclamar por el escuálido pago que recibían los profesores. Fue autor del
plan de estudios del Instituto Nacional, redactor del decreto que ordenaba a
los conventos de monjas abrir escuelas para mujeres. Creó y redactó el decreto
que dispuso de un vehículo para trasladar gratuitamente a enfermos sin recursos
a los hospitales. Y no es todo, Henríquez planteó por primera vez la
“chilenización” de la minería del cobre y del hierro.
El colega Camilo, sembrador de ideas y despertador de
inquietudes, piedra de escándalo para los timoratos, índice de orientación para
los comprometidos, muralla contra las injusticias, fiel defensor de los
desamparados y de los pueblos originarios”.
Con esta descripción, espero, recordemos lo que
esencialmente somos, que cumplimos un rol clave en esta sociedad, el cual es
preciso ejercer con responsabilidad. Tal y como así me lo enseñó mi propio
PADRE en prensa, el ex editor, don Luis Márquez, de quien aprendí con su diario
ejemplo el espíritu de Fray Camilo Henríquez, quien me decía: “Nunca olvides
que tú eres periodista las 24 horas del día, los 365 días del año, día y noche,
sin importar dónde estés… Siempre anda preparada con tu grabadora y tu cámara,
pues tu ésta es tu función en la sociedad”. Una simple lección que marca una
enorme diferencia a la hora de desarrollar este mal llamado oficio como
verdaderos profesionales.
Luis Márquez me enseñó que la ética, la humanidad y la
rigurosidad periodística, no son cosas que se aprenden en las aulas de la
Universidad, son valores que se forjan en plumas contadas con los dedos de una
mano y te sobran… Profesionales son quienes han logrado la excelencia en el
ejercicio con sentido y responsable de su labor.
Estimados colegas, hoy nos desenvolvemos en una realidad
llena de dificultades, pero el panorama no tiene por qué ser desalentador si
trabajamos juntos, en bloque. Ya lo hicimos hace un año para apoyar a nuestros
colegas que se accidentaron camino a cubrir una noticia, oportunidad en la cual
fui testigo y puedo dar fe orgullosa de la enorme generosidad con la que todos
colaboraron.
Hoy, siguiendo con este ejemplo, son otras las tareas que
nos siguen quedando pendientes: Buscar la forma de fortalecer a los medios de
comunicación locales y luchar incansablemente por el cumplimiento de nuestros
derechos laborales como trabajadores de la comunicación. Para ello es preciso
que todos nosotros nos reconozcamos como tales y aprovechemos las instancias de
capacitación que este Consejo Regional continúe generando para dar a conocer
nuestros derechos y deberes, y así, nunca más tolerar injusticias ni cometer
errores.
En este sentido, es importante destacar la urgente necesidad
que tenemos como gremio que la autoridad de prioridad a los medios regionales
en los fondos para medios de comunicación; que las licitaciones de publicidad
para los servicios públicos se realicen en cada región dando la oportunidad a
estos emprendimientos de surgir. Que siempre se valore y prioricen aquellos
medios en los cuales un Periodista titulado sea el responsable del trabajo de
prensa.
Como Colegio estamos trabajando a nivel central en ésta y
otras demandas. Ya contamos con el compromiso Presidencial de hacerlo.
Esperamos que en un futuro no muy lejano, tengamos noticias positivas.
¡Muchas gracias!