“Quitadme todas las libertades, pero dejadme las de pensar y escribir”. Esta exigencia retrata fielmente a Fray Camilo Henríquez, el primer periodista chileno.
Camilo el hombre, Camilo el periodista. Sus valores y ética nos hicieron abrazar esta profesión. Su compromiso con el tiempo que le tocó vivir, su acción y legado, un ejemplo trascendente que nos obliga a enfrentar los desafíos del Chile de hoy.
En este sentido, el Colegio de Periodistas de Chile está impulsando el debate sobre políticas públicas en materia comunicacional, con el objetivo que tengamos una democracia real. Y es que es indispensable que, en nuestro país, termine de una vez por todas la concentración de los medios de comunicación en pocas manos.
De hecho, en Chile, sólo 38 radios tienen el 98% de la publicidad, la televisión universitaria ya no existe, el único canal público se financia solamente por avisaje y el 80% de los diarios impresos pertenece a dos empresas.
Por eso nuestro gremio inició una campaña, con un video viral, abogando por el Derecho a la Comunicación, donde se afirma que en todos los países del mundo la libertad de expresión y el derecho a la comunicación están garantizados para todos. Mientras que en Chile, unos pocos deciden cómo opinan y cómo piensan muchos.
Y, a nivel regional, también tenemos una compleja realidad. De hecho, la prensa local subsiste a duras penas debido a que no solamente debemos lidiar con los monopolios de los grandes medios sino que, además, debemos enfrentar el severo centralismo tanto en el sector público como el privado.
Este hecho, provoca complejas situaciones económicas en los medios locales que se ven reflejadas en la no contratación de periodistas para realizar las tareas de prensa y, si existe algún contrato, es en situaciones muy precarias, lo cual redunda, inevitablemente, en problemas de calidad en el producto informativo.
Y, en el sector público, donde los periodistas pueden acceder a mejores remuneraciones, todavía hay autoridades que no comprenden el rol y relevancia del trabajo que despliegan nuestros colegas.
Hace un par de años, en esta misma plaza, recriminamos la orientación de marketing en las comunicaciones que tenía el gobierno anterior, dejando de lado de las decisiones comunicacionales estratégicas a los periodistas, error nunca enmendado que tuvo al gobierno de Piñera en permanentes crisis, porque pensaban que con más avisos publicitarios y más merchandising iban a resolver sus falencias.
El actual gobierno, aparentemente, aprendió de esa lección. Sin embargo, parece que no todos, ya que algunos creen que los sueldos de los periodistas se verían mejor invertidos en avisaje que da réditos en cuanto a tener indicadores, entre comillas, visibles.
Eso es no tener la más mínima idea de lo que es comunicación y menos de pensar en hacer un buen gobierno.
Por otra parte, algunas jefaturas públicas persisten en colocar en las tareas de prensa y comunicaciones a personas que no tienen el título de periodista, burlando, en el espíritu y la letra, la ley de Prensa que exige que esa tarea la cumplan colegas titulados o colegiados.
Les reiteramos a las autoridades y colegas, que seguiremos realizando acciones en la Contraloría Regional ante estas situaciones. Pero, además, ya estamos analizando, a nivel nacional, la contratación de una asesoría legal para que en los casos que se usen subterfugios en los contratos públicos para disfrazar este tipo de contrataciones, poder acusar de ejercicio ilegal de la profesión a quienes persistan en usufructuar de la profesión de periodista.
No veo que en las seremías estén contratando albañiles por arquitectos o componedores de huesos por médicos o tinterillos por abogados ¡No señor! Exigimos el respeto mínimo que nos merecemos como profesionales de las comunicaciones.
Finalmente, les quiero contar que como gremio también estamos trabajando para aportar a nuestra amada región y al país.
En primer lugar, por iniciativa de un colega estamos trabajando en la realización de un curso de protocolo aymara, como una forma de darle fondo, contenido y contexto a una práctica cada vez más habitual en el sector privado y público, como lo es usar rituales ancestrales aymaras en las ceremonias públicas.
Por respeto, admiración, cultura y valorización de este patrimonio, estamos convencidos que debemos aportar como periodistas en esta tarea.
Otro desafío que tomamos con fuerza y convencimiento es la realización, en Arica, del XV Congreso Nacional del Colegio de Periodistas de Chile.
Se trata de una oportunidad única de avanzar no solamente en el fortalecimiento gremial sino que, además, de poner en vitrina nuestra región.
Por lo mismo, iremos más allá y realizaremos un seminario internacional de periodismo de frontera, integración y nuevo trato de los migrantes en los servicios públicos, desde la perspectiva de las comunicaciones.
El tema de la migración es una realidad histórica en nuestra región, pero hoy se ve con fuerza en todo el país, por lo que se hace indispensable que cambiemos nuestra mirada y enfoque comunicacional en el trato de quienes están llegando a Chile.
Y en cuanto al periodismo de frontera, se trata de una oportunidad inédita en nuestro continente, donde los colegios de periodistas de esta parte de mundo podremos elaborar un marco ético para frenar la xenofobia, discriminación y chauvinismo burdo que se difunde a través de algunos medios de comunicación.
Con este gran paso hacia la integración de nuestros pueblos podremos decir, quizás, que lo que no logran los gobiernos y sus cancillerías, lo podemos hacer realidad los periodistas.
Muchas gracias
Udo Gonçalves Flores
Presidente Consejo Regional Arica-Parinacota
Conmemoración Día de la Prensa