En marco del inicio de gestión de la nueva directiva del colegio de periodistas, su presidenta, Javiera Olivares planteó los desafíos en los que se concentrará durante su mandato.
Revisa acá discurso de la Presidenta del Colegio de Periodistas.
Estimados Ministros, parlamentarios, alcaldes y concejales. Estimados dirigentes sindicales, representantes de organizaciones sociales, agrupaciones de derechos humanos, representantes del mundo del arte y la cultura, colegas, trabajadores, estudiantes, compañeros y amigos todos.
Hemos dicho que se inician nuevos tiempos, inaugurados para nuestra organización luego de un interesante proceso eleccionario que revirtió la tendencia a la baja en la participación, fortaleció la inclusión regional, estrenó el voto electrónico y consagró el triunfo de la primera mujer presidenta en los 58 años de historia del Colegio, lo que es un claro avance en la equidad de género para nuestro gremio. Junto a la enorme alegría de la limpia victoria alcanzada en la presidencia, me acompañan hoy una nueva mesa directiva extremadamente acorde para este periodo: activa, joven y con alta capacidad de trabajo. Vaya mi mayor reconocimiento a: Patricio Martínez Torres, Primer Vicepresidente; Patricio Segura dirigente de Aysén y Segundo Vicepresidente; Marco Gallardo, dirigente de Coquimbo y Secretario General; Igor Mora, en el cargo Tesorero, Vanessa Sabioncello, como Prosecretaria y Evelyn Miller, como Protesorera. Del mismo modo, es importante reconocer el destacado trabajo de la directiva anterior, que sentó las bases para la experiencia de la actual mesa y sin duda significó un avance en el fortalecimiento de históricas luchas de nuestra orden.
Pero junto a los nuevos rostros, este triunfo también entregó una contundente aprobación programática,
fortaleciendo la apuesta de dar una férrea lucha por articular diversos sectores de la sociedad civil que avancen en combatir la enorme precariedad laboral y la falta de pluralismo en el debate público instalado por las agendas de los grandes medios de comunicación. Hoy estamos convencidos de que nuestra organización gremial debe cumplir un rol en el momento histórico que experimenta Chile, por ello tenemos la convicción de que en estos tiempos es imprescindible abrir las puertas del colegio a la ciudadanía organizada y constituirnos como una herramienta más de la reconstrucción del tejido social destruido por largos años de dictadura y por otros tantos de administración del modelo neoliberal heredado. Lejos de tener una postura elitista de la profesión hemos insistido en la necesidad de articularnos no sólo como periodistas que somos, sino también y fundamentalmente como trabajadores.
Qué importante es pronunciar este discurso hoy aquí frente a dirigentes sindicales de Radio ADN, con su histórica huelga al holding español PRISA que ostenta la propiedad de 320 frecuencias del dial chileno, o frente a periodistas del Sindicato de El Mercurio de Valparaíso que llevaron una huelga de casi un mes ante el diario más antiguo de América Latina, propiedad de la familia Edwards, dueña de la mayoría de los diarios regionales de Arica a Punta Arenas, o del Sindicato 2 de Chilevisión que acaba de culminar ayer una huelga frente a la estación cuya propiedad, antes del ex presidente y empresario Sebastián Piñera, hoy es de capitales extranjeros y estuvo ad portas de vulnerar el legítimo derecho de reajuste salarial. En más de una oportunidad hemos dicho: para estos tiempos se requiere organización, organización y más organización. Y por ello como Colegio tenemos no sólo el derecho sino la responsabilidad de avanzar a paso rápido en ejercer un rol articulador trascendente que permita aglutinar a los trabajadores y trabajadoras del sector productivo de contenidos informativos y culturales en miras de constituir una Gran Confederación de trabajadores de las comunicaciones capaz de combatir la severa precariedad de nuestro sector e incidir en la, esperamos, próxima discusión de reformas laborales. Estamos convencidos de que el último objeto de ese trabajo político gremial será poner fin al código laboral impuesto a fuerza en tiempos tan oscuros para Chile, y que hoy por vía de enclaves autoritarios aún nos aleja de las garantías mínimas que todo trabajador merece en un sistema democrático. Por eso hemos dicho: estamos por el fin a la precarización del empleo, por el derecho efectivo a huelga, por la titularidad sindical y por el cese a la aplicación del artículo 22 del código del trabajo que obliga a periodistas y comunicadores a trabajar extensas jornadas sin pago alguno con la excusa de que “la noticia no tiene horario”. Lucharemos por poner fin a esos abusos y por denunciar el hostigamiento de los propietarios de medios y empresas de comunicaciones hacia quienes osan a organizarse, cuestión que ya hemos visto muchas veces en conocidas radios y canales de televisión. En eso centraremos nuestros esfuerzos. Y para ello necesitamos fortalecernos en lo interno: requerimos de una organización acorde a los tiempos, fuerte, integrada, capaz de crecer, de defender a sus afiliados y de descentralizar el peso de las decisiones. Por eso hemos hecho el enorme esfuerzo de traer a cada uno de los presidentes regionales a esta actividad, desde Arica a Punta Arenas, los 18 presidentes regionales están sentados aquí en primera fila y han venido con las historias de sus luchas como la ardua incorporación de los periodistas del diario Atacama al Sindicato El Mercurio del Norte de Antofagasta, o la protesta contra la intentona de cierre del canal 13 de Concepción, o la defensa del ejercicio periodístico en las zonas mineras, en servicios públicos y puertos, y el duro trabajo de corresponsalía en zonas extremas y en zonas de problemática mapuche. Vaya una especial mención a los 18 presidentes y presidentas regionales que han venido como sujetos activos de cambio de un gremio capaz de encarnar liderazgos regionales acorde a las transformaciones que Chile necesita.
Primero, cumpliendo con una propuesta programática del actual gobierno e instalando una ley que regule la concentración a la propiedad de los medios de comunicación. Segundo, mostrando la voluntad política de avanzar en temas como equidad en la distribución del avisaje público; recuperación de un diario impreso de propiedad pública; entrega de financiamiento permanente a TVN para que pueda cumplir su verdadero rol, el uso democrático de las nuevas señales de TV digital y ¿porqué no? El uso igualitario del espectro radioeléctrico, bien que nos pertenece a todos y que debiera contemplar 3/3 de uso: uno para medios audiovisuales públicos, privados y comunitarios. Para ello, redoblaremos esfuerzos, buscaremos incidir directamente en el cumplimiento del programa del gobierno para que apunte a la diversidad, el pluralismo y la democratización de los medios de comunicación y el relato público chileno. Estamos seguros de que no es hora de que este debate siga siendo de técnicos, cuando en verdad tiene que ver con más o menos democracia. Y este Colegio de Periodistas y esta presidenta, buscarán siempre luchar por más democracia, por un país más justo y equitativo y por el compromiso con la garantía de derecho humanos básicos como la libertad de expresión de todas y todos. No más, pero tampoco menos.